Cuéntanos, ¿En qué consiste tu proyecto? y ¿Cómo surgió la idea de crear tu empresa?
Durante mi estancia en EEUU conocí a un hombre que contaba con recursos económicos escasos. Este hombre, marido y padre de tres hijos, me pidió ayuda para resolver un problema con una deuda que había contraído.
Tras analizar el contrato que había firmado me di cuenta de que había sido víctima de abuso contractual (un timo, como es conocido habitualmente). Tras indicarle que debía acudir a un despacho de abogados para asesorarse me dijo que no se fiaba de los abogados, y que no se lo podía permitir.
Tenía razón. Hoy en día es difícil encontrar profesionales legales o financieros de los que nos podamos fiar, y que ofrezcan servicios a un precio razonable.
Aquella noche no dormí, y determiné que debía crear una empresa que fuera capaz de ofrecer servicios de legales y financieros eficaces, de calidad, al alcance de todos y de confianza.
Así nació la idea de Clean Debt. Funcionamos como filtro de servicios financieros y legales, y nuestros clientes saben que pueden confiar en los profesionales con los que contamos.
También funcionamos de proveedor de clientes a empresas y abogados que están interesados en un tipo particular de clientes.
Además, poseemos un servicio propio de reducción de deudas, con el que hemos llegado a reducir deudas de clientes hasta en un 100%.
¿Cómo enfocáis el desarrollo del liderazgo? ¿Qué metodologías seguís y cómo las aplicáis?
En Clean Debt el liderazgo está intrínsecamente ligado a la motivación. Todos los que trabajamos en la empresa hacemos algo que nos apasiona, y cuidamos la asignación de responsabilidades dependiendo de los intereses y enfoques de cada persona. Aquí no hay paper-pushing, hay trabajo dedicado y motivado.
Funcionamos con planes de trabajo específicos. Cada plan establece las tareas concretas a desarrollar en un plazo determinado (normalmente de 3 meses), de manera que cada persona es libre de completar sus tareas con mucha flexibilidad de horario y de lugar de trabajo. Al final la mayoría elegimos trabajar en la oficina y con un horario más o menos fijo, pues así maximizamos nuestro rendimiento, pero no es algo obligado sino elegido, lo cual da una sensación de libertad que ayuda a potenciar la creatividad y la ilusión.
¿Cómo puede favorecer al empresario apostar por trabajar con un coach?
Creo que la fuente de fuerza del emprendedor es la motivación y el trabajo duro. Una vez que tenemos estos dos elementos, el coaching puede ayudar mucho a corregir elementos importantes de la empresa o de la forma de llevar una empresa.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades que has encontrado en el camino? ¿Cómo te ha ayudado AJE Madrid en el proceso emprendedor?
Las mayores dificultades en el camino para mi han sido dos.
Primero, la inaceptable burocratización del Estado en lo que se refiere a la creación y mantenimiento de empresas. Esto es un tópico bastante repetido, pero es algo que espero que poco a poco vaya cambiando. Junto con este cambio, también el empresariado español debe aprender a hacer negocios sin romper las reglas (que es, al final, lo que hace que el Estado reaccione con más normas a cumplir y más papeleo). No vale todo para triunfar, hay que cumplir las reglas y denunciar al que no lo hace.
Segundo, dar con el interés real del cliente. Al emprender uno tiene una idea preconcebida de lo que tiene que ser su negocio, pero no hay que olvidar que si no calas en la mente de tu cliente, no hay negocio. Este elemento es fundamental, y creo que se resuelve estando muy atento, preguntando y pidiendo opinión a tu mercado potencial. Una vez comienzas con el negocio, hay que seguir escuchando atentamente para cambiar todo aquello que no genera interés, y potenciar aquello que sí lo genera.
¿Qué es lo más gratificante de tu faceta como emprendedor?, ¿de qué te sientes más orgulloso? ¿Y el mayor aprendizaje? ¿Qué consejo le darías a alguien que está pensando en montar su propio negocio?
Lo más gratificante es saber que estoy ayudando a gente a resolver sus problemas. Esto es algo que podría hacer también trabajando en una empresa, pero la sensación se multiplica cuando sabes que el negocio lo has creado tú.
Me siento especialmente orgulloso de la filosofía de trabajo que tenemos, y de nuestra forma de organizarnos. No hay nadie que no esté contento aquí, todos trabajamos en las áreas que nos gustan, y somos muy flexibles a la hora de cambiar cosas.
A alguien que está pensando en montar su propio negocio le sugeriría que se lea algún libro de lean-startup, un método innovador sobre cómo montar negocios sin arruinarte y de manera que puedas seguir montando más si el primero no ha salido bien. Eso, y una buena estrategia de motivación y disciplina.