La elección o creación de una marca adecuada es un factor esencial en la estrategia de comercialización de nuestra empresa.
No existen reglas universales, aunque las cinco recomendaciones enumeradas a continuación pueden resultar de gran utilidad:
- Debemos comprobar que la marca elegida cumple con todos los requisitos legales para su registro (evitar la utilización de términos genéricos, descriptivos, que puedan inducir a error, contrarios al orden público, banderas, escudos de armas, sellos oficiales o emblemas de Estados o de organizaciones oficiales).
- Debemos realizar una búsqueda de marcas registradas para asegurarnos de que nuestra marca no es idéntica o tan similar a otra que pueda inducir a confusión.
- Asegurarnos de que la marca resulta fácil de leer, escribir, deletrear y recordar y que se preste a todo tipo de medios publicitarios.
- Hemos de verificar que la marca no tiene connotaciones negativas ni en nuestro propio idioma, ni en ninguno de los idiomas de los mercados de exportación potenciales.
- Comprobar la posibilidad de registrar el nombre de dominio de Internet correspondiente.
No obstante, y como son muchos los factores que influyen en el buen desarrollo de una marca, lo mejor es contar con la ayuda de un experto en la materia que pueda orientarnos.
Otro tema importante a considerar es el relativo a la contratación de servicios externos para crear nuestra marca (a un diseñador, a un creativo, etc.).
El diseño de una marca es un proceso creativo. Por ello, en la mayoría de los países (incluyendo España), el creador se convierte automáticamente en titular del derecho de autor sobre la obra creativa o artística, como es la representación gráfica de la nueva marca.
Por lo tanto, cuando confiemos la creación de una marca a terceros, es imprescindible aclarar la cuestión relativa a la titularidad del derecho de autor en el acuerdo original y asegurarnos de que se cedan oficialmente a nuestra empresa los derechos de autor sobre la marca.
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