No registrar la marca es un gran riesgo para todo empresario. El uso de una marca sin tenerla registrada comporta, entre otros, dos posibles riesgos a tener en cuenta:
– Que un tercero empiece a utilizar tu marca o una similar y no puedas impedirlo. Sin el registro de la marca estás desprotegido y pierdes el derecho exclusivo a impedir que otros hagan uso de ella en un espacio geográfico determinado; con los efectos negativos que ello comporta, tanto en relación a tus posibles ventas, como en lo referente a tu reputación, sin poder controlar el mal uso que otro podría hacer de tu distintivo.
– Que alguien registre una marca idéntica o similar a la tuya y te obligue a dejar de usarla alegando infracción de marca. Esta situación es todavía más perjudicial, puesto que el tercero no sólo se aprovecha de tu buen nombre sino que te puede prohibir utilizar la marca e incluso obligarte a cambiarla. El no cumplir sus peticiones puede ser motivo de indemnización por el importe de tus ventas.
El registro inicial de la marca además de ser económicamente muy asequible, evita este tipo de situaciones, cuya defensa conllevarían unos gastos muy superiores a los que te supondría el registro de tu distintivo. También otorga a su titular la tranquilidad de gozar de exclusividad en el mercado y de poder explotar su distintivo, aportando una fuente adicional de ingresos, a través de licencias, franquicias, etc.
¿QUÉ OCURRE SI USO UNA MARCA CON UNA APARIENCIA DIFERENTE A COMO LA REGISTRÉ INICIALMENTE?
Una marca registrada a lo largo de su vida puede experimentar diferentes variaciones. Ello es así, porque las necesidades económicas de las empresas hacen necesaria una modernización de sus signos distintivos para adaptarlos a la evolución social y a los cambios sufridos por los métodos comerciales.
A modo de ejemplo mostramos la evolución que ha experimentado la marca Shell:
En el caso de que dichas modificaciones ocasionen que la marca sea utilizada de manera en que difiera en sus elementos sustanciales, en relación a la forma bajo la cual se halla registrada, implicaría la pérdida de la protección legal de la misma para su titular.
Por lo que, en estos casos es altamente recomendable el registro de una nueva marca puesto que al no estar protegido, existe la posibilidad de que un tercero la copie.
Nota elaborada por nuestros asociados de www.lehmann-fernandez.com
